Cómo manejar el vacío generado por el confinamiento.(Irene Poza en docNews)

Aunque la situación ya no es la que fue en el confinamiento, sus secuelas en nosotras y nosotros siguen presentes. La vocal de la junta directiva de la Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG), Irene Poza Rodríguez, es entrevistada al respecto en docNews: información sobre la salud y noticias de salud (24.03.2020)

Todos los que somos esclavos del ritmo diario, nos hemos topado con una situación que quizá a alguno le haya inquietado más de la cuenta: el confinamiento. Quizá ha sido difícil abordar el que nuestras actividades habituales se redujesen a cero, quizá ha sido complejo enfrentarnos al aislamiento social, quizá no hemos podido gestionar saludablemente no tener autonomía en nuestras decisiones. Pues la COVID-19 nos ha parado. Y pararnos, a veces nos asusta, nos pone nerviosos, nos conecta con la pérdida de nuestra eficiencia, de nuestra vida. Pararnos y estar con nosotras mismas.

“es una metáfora sanadora cómo estamos combatiendo al virus mediante la quietud de quedarnos en casa, pero, sin embargo, continuamos frenéticos para no acercarnos a nuestro interior” (Poza, 2020, párr.1)

Quietud, contactar con nuestro interior, ¡en tiempos de crisis! Para muchos, esto habrá supuesto un ejercicio casi imposible, de ahí las evasiones que todas hemos apreciado en nuestra sociedad. Según las semanas de estar recluidos avanzaban, los telediarios señalaban el incremento del consumo de alcohol y comida procesada, los títulos de periódicos apuntaban la duplicación del consumo de psicofármacos desde el inicio de la pandemia, los récords de la industria de videojuegos como recurso para combatir la pandemia de nuestros infantes etc.

Irene Poza Rodríguez, directora del Instituto de Psicoterapia Reencuentro, en esta entrevista reveló la necesidad de que aprendiéramos de esta privación sirviéndose de los principios de la Terapia Gestalt: enfocar nuestro darnos cuenta de qué hacemos o qué hicimos con nuestras emociones durante el confinamiento, ¿expresarlas? ¿callarlas?, reflexionar sobre cómo nos vinculamos a otros y otras, revisar nuestras creencias limitantes, y tomar conciencia de nuestros mecanismos evitativos. Alude a la importancia de cambiar el foco de nuestra atención a modo gestáltico, dirigirnos hacia dentro: una mirada intrínseca, para darnos cuenta de nuestras necesidades y responsabilizarnos para satisfacerlas.

“La propia palabra Gestalt significa que el todo es más que la suma de sus partes” (Poza, 2020, párr.3)

Y como un todo, los seres humanos necesitamos abrazar nuestros pensamientos, emociones y nuestro cuerpo.

“(…) seamos también capaces de sacar tiempo para ordenar nuestro mundo interior, comprometernos con comenzar un camino de desarrollo personal y darnos  espacio para convertirnos en observadores de nosotros mismos” (Poza, 2020, párr.4)

Pincha aquí si quieres leer la entrevista completa.

Aunque es una propuesta para el tiempo de encierro ya pasado, nos llega como algo imprescindible para que se produzca un cambio individual y colectivo, ahora. Poza rescata que los principios de la Terapia Gestalt acompañan a reconducir nuestra manera de vivir. Nos recuerda que las crisis, y esta lo está siendo, nos vuelven a traer asuntos del pasado inconclusos o no resueltos. Hoy los profesionales continuamos viéndolo: gente que retoma su proceso personal y vuelve a nuestras consultas, personas que acuden en busca de ayuda para recolocar y comprender insights que han tenido en este tiempo de su estructura de carácter, traumas no cicatrizadas que la situación de pandemia vuelve a poner sobre la mesa, y un sinfín de casuística de hechos. Todos y todas acusamos las consecuencias que la COVID-19 ha traído a nuestras vidas.

Pero como dice Poza (2020, párr.6):

“Este virus también nos ha hecho sacar la amabilidad perdida, el gusto por los ciudadanos y cuidar, revalorizar la importancia del afecto que circula en doble sentido y desde luego que nos necesitamos cerca y acariciándonos”.

Nos ha acompañado todo un despliegue de movimientos sociales y solidarios. Iniciativas conscientes que están reconectando a nuestra sociedad: cuidar de nuestros mayores, estar en el aquí y ahora, y dar significado a nuestras vivencias.

Desde nuestra mirada gestáltica, ¡Ojalá! Continuemos tomando conciencia del malestar. ¡Ojalá! Tomemos espacio para lo nuevo. ¡Ojalá! Revisemos el sentido propio y del nosotros, y le demos voz. Gracias Irene por expresar con claridad lo que la Terapia Gestalt aporta ante una situación de emergencia.

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